Del derecho a nacer, naturalmente

Me resulta increíble, de verdad, que a día de hoy, alguien se realiza una cesárea que no necesita, y más aún, que diga que ha sido por problemas de agenda. Esto se agrava cuando además quien lleva a cabo este hecho es un personaje famoso, mediático, y que con ello, está haciendo creer que uno puede tener a su hijo con un fecha exacta, como si de una cita en la peluquería se tratase.

Esto no es nuevo, hemos banalizado las cesáreas, esto es un hecho. Tanto por parte de los estratos de profesionales médicos como por parte de los medios de comunicación, estos últimos, además, se hacen eco de la noticia de cesáreas programadas a la carta sin pararse a recabar información de qué significa realmente este hecho.

Yo misma tuve una cesárea programa, los que me conocéis lo sabéis muy bien, y aunque en su momento me pareció una opción de lo más maravillosa, posteriormente, a golpe de información me he dado cuenta de lo equivacada que estaba, de ahí nació el proyecto Queremos Partos Respetados, al cual os invito a conocer.

Y ojo, que hay casos, en los que las cesáreas salvan vidas, tanto del bebé como de la madre, soy perfectamente consciente, pero en un número increíblemente alto, las cesáreas son evitables. Se ha demostrado que algunas razones como las vueltas de cordón o el tamaño del bebé no son razones reales para una cesárea, pues bebé de gran tamaño o con vueltas de cordón han nacido por partos vaginales sin ningún problema.

Ahora bien, si además la cesárea la programamos por puro placer, sin que el trabajo de parto haya sido iniciado, la cosa se complica. Igual que una manzana cae del árbol cuando está madura, un bebé decide nacer cuando realmente está preparado; estudios recientes han alertado de que nacer solamente dos semanas antes de la fecha puede causar problemas de desarrollo en los niños.

¿Cómo es posible que alguien pueda anteponer sus propios intereses a los beneficios de un bebé? ¿Porque nos hemos empeñado en esta sociedad en desprestigiar todo lo natural en torno a los nacimientos y crianza de nuestros hijos anteponiendo nuestro propio beneficios a los suyos? Quiero creer que es un caso de desinformación más que de egoísmo.

Las semanas de gestación de una embarazada que los médicos barajan son aproximadas, pues es imposible saber con exactitud cuándo fue producida la concepción, y los pulmones son los últimos en formarse en el bebé, lo cual es fácilmente interpretable, una variación de fechas puede dar como resultados problemas de tipo respiratorio, esto se traduce en una dirección directa con problemas tales como distrés respiratorio que pueden acarrear terribles consecuencias.

Un dato: La OMS afirma que los países donde las tasas de mortalidad perinatal son las más bajas del mundo son también los que tienen una índice de cesárea por debajo del 10%.

Existen muchas contradicciones para una cesárea, muchas, y esta sólo debería ser realizada cuando los beneficios superen los riesgos, y nunca, nunca, permitir una cesárea por capricho.

Creo que el derecho a nacer en los niños también debería protegerse. Vamos a darles la oportunidad y el derecho de nacer como deben, de forma natural, cuando ellos realmente estén preparados y no cuando nosotros queramos arrancarlos sin previo aviso. Por sus beneficios, por ellos.

Para cambiar el mundo es preciso cambiar la forma de nacer. M. Oden